Nombre: Ave Fénix
Dieta: Animales y humanos ocasionales
Peso: 100 – 200 kg
Altura: 1 / 2 metros
Envergadura: 3 metros
Esperanza de vida: 500 años
Cualidad: Resurge de sus cenizas / Lágrimas curativas.
Época: Mítica
Avistamientos hoy: Sí
Si eres de los pocos que no ha visto o leído Harry Potter y la cámara secreta, seguro que debes haber oído en algún momento la expresión “como un ave fénix, que renace de sus cenizas”. Tal es la popularidad de esta criatura mitológica. Está presente en las leyendas de muchas regiones del mundo.
Su aspecto varía mucho entre los diferentes pueblos que lo atesoran en sus leyendas. Pero siempre coinciden en que su característica principal es que cuando envejecen y están a punto de morir, estallan en llamas y de sus cenizas reviven en forma de un polluelo. Así, este ser mitológico representa el renacimiento después de la muerte. Y la restauración de la vida (la primavera) después de la partida (el invierno).
También se asocia al simbolismo que tiene el fuego en muchas culturas que utilizan la cremación y no el enterramiento. Es decir, como forma de inhumar a sus fallecidos.
Características del Ave Fénix
El ave fénix se describe casi siempre como un ave mitológica de un tamaño equivalente al de un águila o un pavorreal, con plumas con los colores de las llamas (rojo, anaranjado y amarillo incandescente) y pico y garras poderosas. Entre sus dones, además de la eterna resurrección en toda su gloria, están sus lágrimas curativas. También una fuerza descomunal, un canto hermosísimo, el control sobre el fuego y una resistencia física a toda prueba.
Sobre su esperanza de vida se dan varias fechas, aunque la más mencionada en la literatura son los 500 años. Cuando el ave se siente próxima a su fin, estalla en llamas y se quema. Pero renace de inmediato de las cenizas resultantes de la incineración como un polluelo recién salido del huevo. Debido a esta capacidad, se especula que solo existe un ave fénix en el mundo. Pues al regenerarse una y otra vez no necesita pareja ni se reproduce.
Cabe notar que, aunque el fénix no tiene generalmente el don de la palabra hablada. Ha acumulado una sabiduría e inteligencia infinitas, durante su peregrinar por los siglos y sus muchas reencarnaciones. Estas se transfieren al ave restaurada después de la quema.
Según muchas fuentes este pájaro maravilloso procede del desierto, en una región que comprende la zona del Oriente Medio. Aunque se la ha descrito también en Egipto, al norte de África. El hecho que el fénix se mencione en numerosas ocasiones en la poesía árabe parece sustentar esa creencia.
El ave Fénix en la mitología
En el Egipto antiguo se le llamó Bennu, y se le hizo responsable de las crecidas del Nilo (las cuales abonaban otra vez la tierra para nuevas cosechas), a la resurrección de los muertos. Y, por analogía a Amón-Ra y el mito del renacimiento diario del Sol.
El mito del Fénix como símbolo del cuerpo físico y espiritual y el papel del fuego como elemento purificador en la inmortalidad nos llega a través de los escritos de Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Salamina. El primero de ellos lo describe en uno de sus viajes a Egipto. Por lo que se puede decir que es el responsable de introducirlo en la cultura grecorromana.
El mito del ave Fénix perduró tanto entre los europeos que se cristianizó. Así, el pájaro vivía en el Jardín del Paraíso, anidando en un rosal. De la espada del ángel que desterró a Adán y Eva brotó una chispa que incendió al ave y su nido. Pero como Fénix no probó la fruta prohibida, Dios le perdonó, hizo que resurgiera de sus cenizas y se le concedieron varios dones más. En esta versión, el Fénix no es quien renace, sino que pone un huevo cada 500 años y muere en una llama, que incuba el nuevo polluelo, por lo que siempre habría un solo Fénix.
En la mitología china no es una ave, pero si encierra el mismo simbolismo. Es el Fenghuang, una criatura mitológica que combina cuello de serpiente, cuerpo de pez y la parte trasera de tortuga. También hay referencias a seres similares en las culturas japonesas (el Ho-oo), la rusa (El Pájaro de Fuego), la hindú (el Garuda), los indios de Norteamérica (el Yel), y los Aztecas, Mayas y Toltecas en el Quetzal, el único referente del fénix que sí existe en la vida real (sin los magníficos poderes, claro está).
Tampoco debemos olvidarnos del entrañable Fawkes, el compañero fénix de Dumbledore. Como curiosidad, Rowling lo nombró así en honor al anarquista Guy Fawkes, que participó en una conspiración para hacer estallar con pólvora las Casas del Parlamento y matar al rey. Ese es el mismo Guy Fawkes que inspira la máscara de V en la novela gráfica y película V de Vendetta, y que se ha convertido en un símbolo del movimiento Anonymous.
Tatuajes del ave fénix
Por su simbolismo del fuego abrasador que destruye lo viejo para dar paso a lo nuevo, y su interpretación como símbolo de eternidad, el ave Fénix es uno de los seres mitológicos que más se ha representado en el tatuaje artístico.
Normalmente se la representa como una gran ave con las alas extendidas. Suele salir de una gran llamarada, aunque el límite lo impone el arte del tatuador y el deseo del tatuado. Otro elemento que lo hace uno de los preferidos en el tatuaje son los vivos colores que ostenta el Fénix. Sus oriflamas de rojos, naranjas, amarillos y púrpuras.
Desde el punto de vista formal, el ave Fénix representa al sol, falleciendo entre llamas a cada noche y volviendo al amanecer. En las mujeres es considerado un símbolo de femineidad, y simboliza virtudes como el deber, la bondad y la confianza en el renacimiento. Las llamas de las que emerge el fénix casi siempre que es representado, son claras. Nos hablan de la purificación de los viejos pecados para emerger limpio de ellos a través del fuego. Y de la voluntad para emerger incólume y eterno frente al embate de la adversidad.
El tatuaje del Fénix es uno de los siete símbolos recurrentes en este tipo de modificación corporal con significado arraigado en diferentes culturas y épocas. Si quieres inspiración para tatuarte un Fénix, aquí te dejo con un ejemplo paradigmático.