[xyz-ihs snippet="ADSENSE---Debajo-de-ficha"] |
Ver un esqueleto no deja de ser escalofriante, ya sea en una película, un documental o en un museo. En todo caso, es una sensación que puede dar pavor o simplemente resultar apasionante para algunos. Lo cierto es que los esqueletos, asociados a esa transición de la vida a la muerte, han generado admiración, temor, incertidumbre o desasosiego al ser humano a través de la historia.
Desde la antigüedad la referencia a los esqueletos ha sido muy común y no ha dejado de serlo en la actualidad. Ahora bien, en la cultura occidental, el esqueleto humano se ha instaurado fundamentalmente en la colectividad bajo el símbolo de miedo, muerte, violencia y todo lo sobrenatural.
Como parte de este imaginario también abundan los ejemplos donde se reviven cadáveres que en forma de esqueletos se convierten en un ejército de muertos vivientes. Por lo que en muchos casos, como pasa con los zombis, los esqueletos simbolizan la colectividad movilizada.
Pero ojo, en el mundo real a veces se han encontrado raros esqueletos. Porque, claro, esqueleto es el monstruo en sí, y esqueleto también es el interior de todo monstruo. Mirad este curioso vídeo:
Características de los esqueletos
Si nos centramos en el aspecto biológico, el esqueleto es el soporte de todos los organismos vivos, posibilitando apoyo y protección a los tejidos blandos y a los músculos. El sistema esquelético se relaciona con otros sistemas como el nervioso, el articular y el muscular y entre las funciones principales se encuentran la locomoción, contención, sustento y protección.
[xyz-ihs snippet="Monstruos-cuerpo-central"]
Nuestro cuerpo en la adultez dispone de 206 huesos, soportados por ligamentos, tendones, músculos y cartílagos y están compuestos por sales de calcio, carbonatos y fosfatos, que otorgan resistencia y durabilidad.
Claro está, estos esqueletos animados se mueven bajo el influjo de la necromancia, magia negra que anima a estos pobladores de las tumbas y une los huesos sin necesidad de articulaciones ni cartílagos.
Apariciones de esqueletos en el cine
Los esqueletos son elementos recurrentes en las fiestas de Halloween celebradas en países como Estados Unidos, Canadá y España. Son también aludidos en la festividad que honra a los difuntos, conocida como el Día de los Muertos, efectuada en México y en varios países de América.
Asociado a estas mismas celebraciones, múltiples son las apariciones de esqueletos en la gran pantalla. A finales de la década del 50 tenemos la película Macario, cuya trama tiene lugar durante la víspera de un Día de Muertos, también están los filmes “Érase una vez en México”, así como All souls Day (Día de los Muertos), los cuales se desarrollan durante la conmemoración del Día de Muertos.
La temática del Día de Muertos se ha utilizado también en películas animadas como “Coco” y el simbólico esqueleto aparece en la graciosa “Scooby-Doo y el monstruo de México”. En el cine estadounidense se ha inmortalizado el trick-or-treat de Halloween y sus disfraces esqueléticos y en muchas otras, pertenecientes al género de terror sobresale el mencionado elemento.
Otros claros ejemplos de esqueleto animados guerreros los tenemos en las películas Jason y los argonautas, o El séptimo viaje de Simbad, o la mucho más reciente El Señor de los Anillos.
Salvando las distancias en tiempos y géneros, los T-800 desprovistos del tejido humano con el que se infiltra Skynet entre las filas de la resistencia para exterminarla bien pueden considerarse esqueletos animados. Impresionaron mucho por allá por el año 1984 al final de la película Terminator y luego aparecieron ampliamente a lo largo de la franquicia. De titanio y tal, pero ¡sí que sabían mover el esqueleto!
Estos también son luchadores incansables que no sufren agotamiento o dolor. ¿Notan la analogía?
La lucha de esqueletos de Jasón y los Argonautas
Con igual significación, destaca una antigua película de aventuras basada en la mitología griega titulada “Jasón y los Argonautas”. De todas las apariciones en el cine de esqueletos, nos quedamos con esta. Primero, porque son un diseño de Ray Harryhausen, magnífico artista de mediados del siglo XX. Especialista en monstruos mitológicos y en stop motion.
Casos de esqueletos reales “vivos”
En diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte y a existencia real de esqueletos vivos. Las leyendas e historias que en torno a los esqueletos se han creado, pueden deberse al aspecto de los mismos o quizás a la proximidad del mundo de los vivos y el de los muertos, todo lo cual ha dado origen a muchas teorías, especulaciones, ritos y tradiciones.
El único caso que podría ser considerado “real” es el del estadounidense Isaac W. Sprague. Trabajó para el circo como “el esqueleto viviente”: Sprague medía 167 y pesaba tan solo 19 kilos. Se convirtió en uno de verdad a los 46 años. Peter Robinson, otro cirquero posterior, nunca llegó a su delgadez: pesaba 26 kilos. No obstante, trabajó en el filme “La parada de los monstruos”, de 1932 como, ¿adivinan qué?, esqueleto viviente.
Analizando el caso de los esqueletos animados
Del griego σκελετός , skeletós = «seco», el esqueleto está constituido por los huesos de seres humanos o animales. En la cultura popular son, por supuesto, un sinónimo de la muerte que, con mayor o menor grado, infunden temor a las personas.
Cuando se levantan de sus tumbas, ya sea de forma natural de un cementerio por una maldición que se cierne sobre este o por la magia de un nigromante, estamos ante la presencia de un esqueleto animado. También pueden ser invocados en campos de batalla y ruinas antiguas. No es inusual que puedan ser llamados esqueletos animados de animales, como perros de guerra o caballos de batalla. Incluso es común en la fantasía la aparición de animales mitológicos como grifos o dragones en forma de esqueletos animados.
El esqueleto animado mantiene todas sus partes unidas por la acción de la magia y se mueve según la voluntad de su convocante, pudiendo incluso manipular armas sencillas como espadas, escudos o hachas. Llevan poca o ninguna armadura, y son inmunes al frío y a las armas perforantes (¡no tienen carne!) y en su variante guerrera son luchadores incansables que no sufren agotamiento o dolor.
Halloween y el Día de los Muertos
Claro está, que los esqueletos también tienen su variante más festiva. Y nada mejor para ilustrar esto que la celebración del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, conocida como el Día de los muertos.
En ella, los esqueletos y calaveritas son elementos omnipresentes, en forma de representación de la alegría festiva de la celebración. Representan la muerte, sí, pero para los mexicanos este es el día en que vuelven a reencontrarse con amigos y familiares que han muerto pero aún se les quiere. Las también llamadas calacas, hicieron las delicias de todos en la cinta de animación de Pixar Coco.
También los esqueletos se usan como elemento decorativo durante la fiesta de Halloween, celebrada el 31 de Octubre en la Noche de Brujas. Abundan en esa fecha los que deciden vestirse de esqueletos para ir de casa en casa exigiendo a sus habitantes un truco o un trato.
Los esqueletos animados también tienen mucho arraigo en las canciones infantiles, como “El twist del esqueleto”, “Los tres alegres esqueletos”, “El baile del esqueleto”, “Las calaveras salen de sus tumbas”, “Chumba la cachumba” y otras que han hecho las delicias de los chicos.
Para acabar, os dejamos con un divertido y clásico vídeo de Disney sobre el Twist del esqueleto: