[xyz-ihs snippet="ADSENSE---Debajo-de-ficha"] |
Los rakshasas son criaturas demoníacas que amenazaban la existencia de los antiguos hindúes. Tal como los hombres lobo o los hombres oso de Occidentes, estos seres mitológicos tenían forma humanoide, pero su cabeza era de felino y no son licántropos.
Su apariencia más extendida es la de un tigre antropomórfico muy musculoso. Manifestaciones del caos y el mal, los rakshasas son crueles y atacan todo lo que tiene la desgracia de ponerse en su camino. Su propio nombre lo indica: “algo de lo que guardarse”, lo cual es válido en especial para las comunidades humanas.
Características de los Rakshasas
Comúnmente se les representa como muy musculosos, con pelaje del color y moteado del felino del que tiene la cabeza. Esta puede ser de tigre, leopardo o pantera, aunque de forma muy rara se dice que algunos tienen cabeza de toro o mono.
Tienen las manos al revés, con la palma donde va el dorso, y de sus dedos brotan largas garras envenenadas. Sus colmillos también son venenosos, por lo que luchan cuerpo a cuerpo con mordidas y zarpazos. No obstante, casi siempre prefieren los subterfugios: como pueden cambiar de forma a voluntad, se convertirán en un pariente o amigo de su víctima y lo asesinará cuando esté distraído y confiado.
[xyz-ihs snippet="Monstruos-cuerpo-central"]
Como pueden leer la mente, es imposible engañarlos. Tampoco les afectan los conjuros, aunque ellos mismos son hábiles magos, así que tampoco se les puede atrapar o matar usando artes arcanas. Su única vulnerabilidad es el agua bendita, pues como son demonios es venenosa para ellos.
Los Rakshasas son solitarios, pero su organización es rígida y son muy leales a sus semejantes. También hay versiones femeninas, las rakshasi, que son iguales que los rakshasas ante la sociedad demoniaca. Los Rakshasas conservan todo el odio y rencor de sus vidas pasadas, por lo que son virtualmente inmortales: se les puede matar, pero cuando reencarnan lo hacen con más odio y poder aún.
Origen de los Rakshasas
Según el Ramayana, los rakshasa eran hombres surgidos de los pies de Brahma. El dios eligió a los más sanguinarios y con más reencarnaciones malvadas, para que fuesen su guardia de élite. A estos les dotó de poderes especiales.
El más famoso de ellos y su líder fue Ravana, que tenía 10 cabezas y 20 brazos. Aunque se le podía herir era indestructible, pues cuando se le cortaba un miembro le sale de inmediato uno nuevo, por lo que este jefe rakshasa estaba cubierto de feas cicatrices.
[xyz-ihs snippet="Monstruos-cuerpo-central"]
Hábiles en trepar, saltar y camuflarse, los rakshasa dominaron la zona boscosa perteneciente a la actual Sri Lanka. Para ello, Ravana masacró muchas aldeas y pidió esa tierra para los suyos en contra de la voluntad de Vishnú. Este se ofendió y tomó la forma del rey Rama, matando al caudillo de los rakshasa y pacificando la región.
Pero los rakshasa no siempre pierden en las leyendas hindúes. Tal es el caso del rakshasa Durga, con cuerpo humano y cabeza de toro que derrotó a todos los dioses y los desterró.